Steve Jobs es considerado como una de las mentes tecnológicas más influyentes del siglo XXI, el fundador de Apple es el responsable de un salto revolucionario en los dispositivos inteligentes, y todavía muchos años después de su muerte sus consejos y visiones del mundo siguen siendo un ejemplo para las generaciones venideras.
Gracias a él, hoy en día Apple es una de las empresas tecnológicas más respetadas, admiradas y exitosas en el mundo. Esto entre otros factores es porque sus dirigentes entre los que destaca Jobs es porque tenían una forma de trabajar y de ver el mundo diferente al resto, lo que les ayudó a llegar a los más alto.
En lo que se refiere a innovación, en la actualidad la compañía está algo más estancada y muchas personas señalan la personalidad del actual CEO de la compañía, Tim Cook, como uno de los motivos de ello. El problema de Cook es que «es demasiado normal como para ser revolucionario», algo de lo que ni él mismo se esconde, del mismo modo que nunca se queda corto alabando las proezas de su antecesor.
Fue en una entrevista a finales de octubre para The Wall Street Journal, donde Cook volvió a señalar una de las habilidades que poseía Jobs que le permitieron hacer crecer tanto a la compañía durante los años en los que él era el CEO. A los ojos de Cook esta es una «habilidad brillante», y aunque quizás no te parezca gran cosa, lo cierto que no es tan común como podríamos pensar, sobre todo cuando se trata de un jefe o dirigente como lo fue Jobs.
Esta cualidad es la de ser capaz de cambiar de opinión sobre cualquier tema cuando alguien te presenta una alternativa diferente a lo que tú creerías. Cook confiesa que en los primeros años trabajando con Jobs le sorprendió esta actitud, e incluso la miraba como algo negativo, no obstante, con el paso de los años acabó viéndola como una de las mayores virtudes de este.
El no cerrarse en banda, y estar abierto «cuando se presentan nuevas evidencias de las cosas», puede no parecer gran cosa, pero saber dejar los egos de lado y aprender de los demás para reforzar los puntos más débiles de tus ideas u opiniones puede ayudar a formarlas mejor y tener una visión más acertada y completa.
Fuente: www.eleconomista.es
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